La Cooperativa de Trabajo “Unión Saladeña” avanza en su proyecto de renovación integral de sus instalaciones para beneficio de sus asociados y los productores frutihortícolas de la zona. Con el acompañamiento de la Federación de Cooperativas de Corrientes (Fedecoop), gestionó y consiguió fondos del Inaes destinados a este emprendimiento.
La cooperativa es la primera experiencia de empresa recuperada en la provincia. Se conformó con quienes fueron en su momento personal de la citrícola Pindapoy, empresa que cerró sus puertas a principios de los ’90 en la localidad de Saladas. Un total de 93 de aquellos obreros se organizaron en “Unión Saladeña” y comenzaron a trabajar no ya como empleados sino como dueños el 7 de junio de 1993, haciéndose cargo del sector empaque que por entonces recibieron como indemnización.
Dentro de las actividades inherentes al empaque de frutas y hortalizas y la prestación de servicios de cámara de frío y maduración, entre otras metas, quieren erigirse en el centro de la actividad de la cuenca citrícola de la zona con la mirada puesta en llegar a la exportación. Así es que la entidad obtuvo fondos desde el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) en una gestión conjunta con Fedecoop.
Tales recursos están destinados al proyecto de reconversión productiva que redundará en beneficio no solo de los socios sino que además tendrá un sensible impacto en el desarrollo de la industrialización de productos frutihortícolas de la zona. La idea es darle valor agregado a la producción de esa parte de la provincia, más allá de la cooperativa (que hoy cuenta con más de medio centenar de asociados), con beneficioso efecto multiplicador en la región donde se desenvuelve.
Se trata de la actualización integral de la planta de empaque, su renovación y readecuación integrales, conforme las exigencias sanitarias, comerciales y técnicas en general.
Hasta el momento las inversiones se destinaron al banco de capacitores, reparaciones en el sector eléctrico y en la máquina de packing, y la compra de un autoelevador nuevo.
En proceso, se encuentran la instalación de una cámara de frío de 20 HP, las mejoras en la cámara de maduración y la compra de un nuevo equipo, incluido el software, para regular electrónicamente el packing.
